Con motivo del 82º aniversario de la proclamación de la Segunda República Española, la Unión de Historiadores Progresistas (UHP) organiza un encuentro con Gregorio Cenitagoya Gónzalez, combatiente republicano en la guerra y la resistencia antifranquista. El objetivo es reconocer el compromiso del los y las jóvenes que lucharon entonces por la justicia social y la libertad, y poner de relieve la vigencia de aquellos ideales y la necesidad de que la juventud hoy luche por su futuro.
El acto, que lleva por
título "¡JUVENTUD EN LUCHA! Combates de ayer y de hoy",
tendrá lugar el próximo lunes, 15 de abril, a las 19.00
horas, en el Salón de Actos del Conseyu de Mocedá de Xixón.
Colabora la Federación Asturiana
Memoria y República y el Conseyu de Mocedá de Xixón.
Gregorio Cenitagoya
González nacido en 1921, vivió muy cerca los sucesos de la Revolución de 34 en
Asturies. Sufrió, como tantos otros hijos de la clase obrera, la posterior
represión con el exilio de su padre y el encarcelamiento de su hermano. Su
compromiso llegaría con su participación
a favor del Frente Popular en la campaña electoral de febrero de 1936. Compromiso
que no se vería mermado con el golpe fascista del 18 de Julio, presentándose
como voluntario en la Guerra de España mientras sus 5 hermanos pequeños, junto
a cientos de niños, eran trasladados a la URSS.
Viviría todo el dramatismo
de la caída de Asturies, especialmente en las zonas de Avilés, Castrillón y
Xixón. Con la caída del Frente Norte buscó, como tantos otros, el cadáver de su
madre entre los fusilados del pinar de Salinas. Por suerte su madre no había
sido ejecutada, estuvo 4 años encarcelada junto a otros dos hijos pequeños al
mismo tiempo que Gregorio conocía los campos de concentración y los trabajos
forzados, el destino de miles de defensores de la República.
Junto a su padre, ambos
con documentación falsa y en clandestinidad, recorrerá medio país sobreviviendo
gracias a trabajos temporales o practicando el estraperlo. Sufriría detenciones
y más cárceles, hasta que un día, hace efectiva su incorporación a la guerrilla
defendiendo, durante 4 peligrosos años, los postulados de la Unión Nacional
Española y organizando la resistencia antifranquista en las montañas de Galiza
y Asturies hasta su exilio francés en 1946.